El copiapino de 24 años compitió por casi cinco años en el tenis universitario en Estados Unidos.
Matías Soto (422°) vive el mejor momento de su carrera. El copiapino de 24 años llegó a la primera final challenger de su carrera en individuales. Lo hizo desde la qualy y pese a caer en el duelo por el título en San Luis Potosí en México, saca cuentas alegres.
El paso por el torneo azteca le valió un ascenso de 160 lugares en el ranking. Eso sí, si se cuenta desde inicio de año, lo de Soto está siendo aún más magistral…
El chileno, nominado tres veces por Nicolás Massú al equipo de Copa Davis, comenzó la temporada en el lugar 664 del escalafón en singles.
Sus buenos resultados han propiciado un salto de 242 ubicaciones en apenas cuatro meses.
Pero no solo en singles brilla. Ya en dobles había demostrado su categoría, incluso llegando a la final en el ATP de Santiago 2023, repitiendo la hazaña en este 2024. Con dos títulos challengers, es el 167 del mundo en la modalidad, la primera raqueta chilena en duplas.
La historia de Soto
Llama la atención que el copiapino, ya con 24 años, apenas lleve un par de temporadas tratando de insertarse en el circuito.
Esto se explica fácilmente, ya que estuvo cuatro años y medio jugando tenis universitario en Estados Unidos, luego de incluso ser 57 del mundo en juniors, en 2017.
El nacional recibió una beca deportiva para estudiar en la Universidad de Baylor, en Texas. Ahí cursó Relaciones Públicas, mientras jugaba por dicho establecimiento y se preparaba para dar el gran salto al tenis profesional.
Su estadía en Norteámerica no estuvo exenta de complicaciones. Él es sincero en afirmar que durante el primer semestre no lo pasó bien. El estar solo y el cambio de idioma fueron un duro escollo.
“Fue difícil la adaptación, al principio prácticamente imposible. No la pasé bien, sufrí bastante, por el idioma, que era una barrera bien grande, entonces no me podía comunicar, no obtenía buenas notas en las clases. Hubo meses en los que estaba reprobando todas las asignaturas”, dijo a Emol en febrero de 2023.
Ya desde 2022 que está radicado en Santiago, privilegiando su carrera como tenista. Le ha costado, tuvo que buscar apoyo económico para poder viajar y competir y los torneos en Sudamérica han sido su gran aliado. Incluso hizo clases de tenis en su natal Copiapó para costear su profesión.
Justamente ese 2022, el copiapino logró dos títulos futuro (un M15 y otro M25), saltando del puesto 1040° al 528°. Luego, tuvo altibajos y no lograba encadenar buenos resultados.
La semana recién pasada, en México, es la prueba de que tiene nivel. Es la quinta raqueta nacional, venció a Tomás Barrios en el mejor triunfo de su historia y su ascenso, en lo que va de año, ha sido meteórico.
Por: Felipe Muñoz
Fuente Emol.com
